L'Esquerra Nacional dels Treballadors




Esquerra Nacional dels Treballadors (INTRA) és una assemblea de ciutadans, treballadors i estudiants que promou de forma pacífica un canvi de règim a l’Estat espanyol i la instauració d’una Democràcia Popular Participativa, amb diferents assemblees com a òrgans de control i fiscalització del poder, a totes les institucions, des dels municipis fins a la cambra legislativa. Aquesta forma de govern ha d’impedir que es torni a repetir la situació actual de crisi econòmica, moral i institucional de l’Estat Social i Democràtic de Dret, amb un estament polític corrupte legislant al servei dels amos del diner i contra del poble sobirà al qual teòricament representa.

L’Esquerra Nacional dels Treballadors propugna l’establiment d’un Poder Constituent, l’abdicació del rei, un referèndum monarquia-república i l’obertura d’una Causa General, amb conseqüències penals, contra els responsables polítics i econòmics de la crisi, inclosos els corruptes. Esquerra Nacional dels Treballadors és una organització fundada a Catalunya però d’àmbit estatal i contrària a l’independentisme que CiU utilitza ara per a tapar-se les vergonyes. Defensem l’existència d’una Nacionalitat Hispànica latent, hostil a les polaritzacions centralisme-secessionisme, i proposem la fundació d’un Estat Hispànic Unitari, amb quatre llengües co-oficials a tot el territori hispànic i capital a Barcelona. Una de les conseqüències lògiques de la nostra postura, que no volem amagar a ningú, és l’abolició de l’insostenible Estat de les Autonomies.

L’Esquerra Nacional dels Treballadors (INTRA) s’oposa, per tant, a l’espanyolisme actual de la mateixa manera que rebutja l’enfollit objectiu independentista de la separació d’Espanya, la qual sols pot perjudicar al poble català i afegir a la crisi un trist panorama de ruïna econòmica, fractura social, opressió oligàrquica i fins i tot guerra civil a Catalunya. A diferència dels espanyolistes que s’oposen també a la independència però sols per deixar-ho tot tal com està, INTRA és una organització d’esquerres, patriòtica, hispànica i catalana de soca-rel que vol solucionar els problemes reals de la comunitat nacional, que vol comprometre’s amb els ciutadans en un moment clau de transició històrica on tothom ha de sortir al carrer per a defensar les conquestes socials dels nostres pares i avis, bo i evitant el perill d’una involució antidemocràtica.

Esquerra Nacional dels Treballadors rebutja la violència i no consentirà que sota l’empara de les reivindicacions democràtiques o de l’antifeixisme les velles esquerres totalitàries intentin imposar-nos un altre cop un règim comunista de terror policial.
Esquerra Nacional dels Treballadors condemna el racisme, la xenofòbia i l’antisemitisme, però també combatrà una política d’immigració dissenyada per l’oligarquia a fi d’aconseguir mà d’obra barata en condicions de semiesclavatge i contra els interessos més elementals dels treballadors autòctons de la nació.

Esquerra Nacional dels Treballadors es defineix laica i neutral en matèria religiosa i proclama la veritat racional com a valor fonamental de la vida pública.

Esquerra Nacional dels Treballadors declara la guerra a l’oligarquia de les 200 famílies catalanes que han conduït el país a la fallida econòmica i moral, que han desacreditat les actuals institucions democràtiques i autonòmiques –les quals ja no tenen salvació possible- i que ara intenten manipular l’independentisme per culpar Madrid i Espanya del que elles mateixes han provocat. El cap visible d’aquesta banda de saquejadors, vividors, mentiders, lladres i traïdors anomenada “catalanisme” és el senyor Artur Mas, president de la Generalitat de Catalunya.

La Marca Hispànica, 13 d’octubre de 2012


Comentarios

  1. Me alegra sobremanera volver a tener noticias de la INTRA después de que en julio de 2013 dimitiera su ejecutiva y se relegara un poco al olvido. ¿Sigue aún sin ejecutiva?, ¿o hay voluntad de revitalizar la INTRA, con más motivo después de lo que ha pasado con Anglada? (aunque no necesariamente tenga que ver una cosa con la otra, ya que Plataforma Democràtica per Catalunya es, como sabemos, de ámbito regional catalán, mientras que INTRA es de ámbito nacional español).

    Sería bueno y deseable que bajo la sigla de INTRA nos uniéramos todas las bases auténticamente nacional-revolucionarias o de izquierda nacional españolas que, sin militar formalmente en ninguna organización concreta, nos identificamos con un conjunto de ideas que, con más o menos matices y con más o menos diferencias de tipo más político que estrictamente ideológico, son compartidas, además de por la INTRA, por el Partido Nacional Republicano e incluso por una facción del Movimiento Social Republicano (la que no se ha desviado hacia la derecha evoliana u otra más o menos similar).

    Respecto a la propuesta del "Manifiesto por una Izquierda Nacional", que me imagino que aún sigue en pie, ¿está todavía pendiente de aprobación por la Asamblea de INTRA?, ¿o seguimos discutiéndolo o haciendo crítica, como se propuso en la entrada del 13 de octubre de 2011?

    En todo caso, aprovecho para saludar a todos los nacional-revolucionarios de verdad, aunque todavía seamos pocos.

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  2. El proyecto sigue adelante. El partido está en manos de una gestora hasta la celebración de la asamblea fundacional. Las personas interesadas pueden escribir a adecaf@adecaf.com Estamos abiertos a confluir con todas los militantes nacionalistas revolucionarios hispánicos que tengan clara la necesidad de emplear explícitamente la palabra izquierda para marcar una divisoria clara e inequívoca con la extrema derecha.

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  3. Me alegra saber que el proyecto sigue adelante. ¿Se sabe o se tiene alguna idea de cuándo se celebrará la asamblea fundacional? ¿Debo entender entonces que el "Manifiesto" se analizará y se discutirá a partir del momento en que se celebre dicha asamblea?

    El problema o uno de los problemas que podrían presentarse surge entonces a la hora de establecer el criterio para calificar de "extrema derecha" a determinadas personas o a determinados grupos (dejando aparte a la oligarquía que gobierna el mundo, y cuya ideología ya sabemos que es de extrema derecha sionista).

    Me parece que lo que he planteado no es de poca importancia. Yo, particularmente, tengo muy claro que la palabra "izquierda" no hace referencia a un concepto ideológico, sino a un concepto político; dicho de otra manera: la izquierda no es una estructura, sino una función, ¿correcto? Pero la mayoría de las bases que en el fondo comparten nuestros postulados nacional-revolucionarios o de izquierda nacional (sin que les suponga problema alguno el hecho de participar en actividades o manifestaciones de ciertos grupos que para la "opinión pública", influida por los medios de comunicación de masas al servicio de la oligarquía, serían de "extrema derecha"), en la forma tiene reparos a la hora de aceptar la palabra "izquierda", sin duda debido --huelga decirlo-- a las evidentes connotaciones negativas que tiene y que son consecuencia de la apropiación y la manipulación ideológicas que han hecho de ella la extrema izquierda y la izquierda burguesa o de salón. ¿Nos conviene crear todavía más división entre las bases? De ahí que haya planteado la pregunta relativa al criterio de calificación de "extrema derecha".

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  4. La Izquierda Nacional de los Trabajadores (INTRA) no comenzará su singladura planteándose la cuestión de si va a perjudicar o no a personas, grupos o partidos calificados (con razón o sin ella) de "extrema derecha". Nosotros tampoco vamos a señalar denominaciones de individuos, colectivos o entidades concretas con ese rótulo a menos que se desencadene un conflicto o por un motivo determinado (como en el caso Anglada). Nuestra intención no es atacar a nadie, sino a la "extrema derecha" en general, singularmente a la oligárquica, pero también a la nacional, regional o local, en cada caso. Desde luego, no vamos a dejar de actuar políticamente para "no perjudicar" a esos sectores. Esto no es una cuestión que nos ataña. Nosotros no podemos "dividir" a un campo al que no pertenecemos. Quienes se consideren de izquierda nacional que vengan con nosotros, Quienes no se consideren concernidos por la izquierda nacional, no nos pueden exigir ningún tipo de lealtad. Y no habiendo organizaciones de izquierda nacional establecidas, la acusación de "dividir" a las bases tampoco puede afectarnos. El que sean o no "para ellas" de izquierda nacional o lo sean para una razón pura objetiva no puede considerarse un tema político, sino filosófico. Los ultraderechistas odian a la izquierda, sin distinciones. ¿Tenemos que preocuparnos nosotros por sus problemas de percepción? Todo esto no sería político. Ningún partido entra en tales debates o escrúpulos. Su los ultras se comprenden mal a sí mismos, que reflexionen (no lo van a hacer), pero nosotros no podemos andar asumiendo los costes de sus déficits de formación ideológica. Saludos cordiales.

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  5. Me ha quedado clara la respuesta, y ni que decir tiene que está cargada de razón.

    Sólo lo planteaba porque me he dado cuenta de que cuando a gente de la llamada "área social-patriota" le hablo del "Manifiesto por una izquierda nacional", pero sin emplear la palabra "izquierda", prácticamente está de acuerdo con su contenido; pero en cuanto les descubro la palabra "izquierda", se tuercen la nariz. Es decir, que en el fondo prácticamente se comparte entre las bases un pensamiento o unas ideas (aunque con los inevitables matices y modos de ver); pero en la forma, no.

    Como hecho curioso, añado también que cuando a algunos de la ultraizquierda les leo las citas de Marx sobre los judíos y que también aparecen en el "Manifiesto" de INTRA, pero sin decirles el nombre de su autor, "Karl Marx", se creen que son citas de jerarcas nazis... hasta que les descubro el nombre de su verdadero autor y se llevan una ingrata sorpresa.

    Gracias por la contestación, y saludos.

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    1. La forma, en política, es lo más importante. Y precisamente al torcer el gesto cuando oyen la palabra izquierda, están explicándonos, sin quererlo, el motivo por el cual ellos se consideran socialistas pero la inmensa mayoría de los obreros les encasillan en la extrema derecha. Tienen razón LOS OBREROS. Sólo un ultra sacrificaria sus presuntos ideales revolucionarios por no usar una palabra. Y las palabras, el lenguaje en general, se deben usar en política tal como los entiende la gente, no como los entiende uno en su percepción particular del asunto. Alguien que rechace la palabra izquierda es un ultra en política, diga lo que diga, se crea lo que se crea de sí mismo. La política es cosa de percepción colectiva, social, no de pensamientos privados.

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    2. Estoy de acuerdo; pero, cuidado, tampoco hay que caer en la demagogia o el populismo.

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